Lo primero será echar un vistazo al frontal de vuestra carcasa. Puede ser un frontal sin rosca (cómo el mio) o con rosca (en cuyo caso os será mucho más sencillo).
Si se trata de un frontal con rosca lo único que tendréis que hacer es haceros con una lente de aproximación china del mismo diámetro que el de vuestro frontal. En caso de no encontrar el diámetro adecuado, solo tendréis que conseguir un adaptador disponible en las tiendas especializadas. La lente de aproximación podéis conseguirla a muy buen precio a través de internet en sitios cómo ebay y similares.
En el caso de que vuestro frontal no disponga de una rosca deberéis conseguir un tubo de PVC cuyo diámetro permita encajar perfectamente el frontal de vuestra carcasa. Una vez lo tengáis en vuestro poder, deberéis recortarlo y dejarlo en un tamaño adecuado (tal y como podréis ver más abajo en las fotografías). Es importante que el corte sea lo más recto posible, ya que si la lente no está perfectamente recta las fotografías os saldrán distorsionadas. Seguidamente deberéis adquirir una lente cuyo diámetro sea ligeramente más pequeño que el diámetro del tubo de PVC (OJO: ligeramente significa 1 mm o 1,5 mm cómo máximo). El siguiente paso consistirá en rellenar el espacio que queda entre el tubo de PVC y la lente, ya que ésta debe quedar completamente fija y perfectamente centrada con el frontal de la carcasa y objetivo de la cámara (en caso contrario también hay riesgo de que os queden las fotografías distorsionadas). Éste paso yo lo he realizado pegando cinta aislante en el borde del tubo de PVC hasta que la lente ha quedado perfectamente encajada y seguidamente lo he pegado con pegamento resistente, pero pueden existir métodos que os resulten más fáciles o cómodos, así que os lo dejo a vuestro gusto.
Es un método fácil, rápido y ¡sobretodo barato! Así que ya sabéis, poned en práctica el bricosub y ¡a disfrutar!
Finalmente os adjunto dos imágenes con y sin la lente de aproximación (ambas desde la misma distancia).